Este poema de José Hierro hay que cantarlo, recitarlo como un rapsoda a viva voz, con puro gozo de vivir. Recuerdo a un profesor que nos lo recitaba casi a gritos, exaltado por la belleza de estos versos que fueron galardonados con el premio Adonais de poesía.
A pesar de las adversidades y de todo el sufrimiento, el poeta madrileño apuesta por la luz y la belleza. Su vitalismo refleja una esperanza llena de amor.
CANCIÓN
Hay que salir al aire,
¡deprisa!
Tocando nuestras flautas,
alzando nuestros soles,
quemando la alegría.
Hay que irradiar el día,
apresurar el paso,
¡deprisa!
Antes que se nos eche
la noche encima.
Hay que salir al aire,
desatar la alegría,
llenar el universo con nuestras vidas,
decir nuestra palabra
porque tenemos prisa.
Y hay muchas cosas nuestras
que acaso no se digan.
Hay que invadir el día,
tocando nuestras flautas,
alzando nuestros soles,
quemando la alegría.
José Hierro, Alegría, 1947
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