Poet's Abbey (Blog de lecturas)


Paradero desconocido

 


Poco antes del estallido de la II Guerra Mundial, Katherine Kressmann Taylor observó que unos amigos alemanes cultos y refinados que estaban de visita en California maltrataban a un viejo amigo judío por el mero hecho de serlo. "¿Qué les había hecho cambiar de esa manera? ¿Qué les había llevado a ese grado de crueldad?", se preguntó ella.

A partir de esas preguntas nació esta pequeña obra literaria, Paradero desconocido, que se publicó en 1938 en una revista bajo seudónimo masculino (por el machismo de esa época), y se editó después en forma de libro. 

Es una breve novela epistolar sobre la correspondencia de dos viejos amigos, el comerciante de arte judío Max Eisenstein, que vive en San Francisco, y su socio y amigo alemán Max Schulse, que regresa a su tierra natal en 1932 y vive el ascenso del nazismo como un hombre que se ideologiza como el resto de sus vecinos.

Esta novela epistolar me recuerda a Reencuentro de Fred Uhlman por tres motivos: por la tragedia de las víctimas del nazismo; por el tema de una bellísima amistad rota por culpa de ideologías políticas totalizadoras; y porque el final de ambas obras no puede dejar indiferente. 


Pero siempre hay un refugio donde encontrar algo que sea auténtico. La charla íntoma con un amigo ante quien nos despojamos de nuestra estúpida fatuidad, en quien encontramos calor y comprensión, con quien el egoísmo mezquino es impensable. Un refugio donde el vino y los libros le dan a la vida un significado distinto. Ahí hemos fabricado algo que la doblez no puede tocar. En ese refugio estamos a nuestras anchas. 

Katherine Kressmann Taylor, Paradero desconocido, 1938

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