El escritor italiano (nacido en Cuba) Italo Calvino escribió esta novela en un tiempo de inseguridad y miedo, en plena guerra fría.
Narra la historia fantástica del caballero Agilulfo, el mejor campeón de Carlo Magno, que es, en verdad, una armadura que se mueve y que por dentro está vacía. Se sostiene por su voluntad de ser y, por tanto, nunca debe abandonar su autoconciencia.
En una campaña, Carlomagno le entrega al escudero Gurdulú, "que existe pero no sabe que está allí". Ese joven necesita acompañar al caballero para crecer en sus aventuras.
Los personajes han de comprobar que existen: el caballero Rambaldo lo busca en la acción, para vengar la muerte de su padre, y el caballero Torrismundo en la trascendente, en lo previo a él, en el recuerdo de sus ancestros.
El amor se dibuja con dos figuras femeninas: como guerra (Bradamante) o como paz (Sofronia).
¿Dejamos de existir cuando somos incapaces de encontrar un sentido?
Todavía era confuso el estado de las cosas del mundo, en la Edad en que esta historia se desarrolla. No era raro topar con nombres y pensamientos y formas e instituciones a los que no correspondía nada existente. Y por otra parte por el mundo pululaban objetos y facultades y personas que no tenían nombre ni distinción de lo demás.
Italo Calvino, El caballero inexistente, 1959
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