Esta novela de G.K. Chesterton es una mezcla fascinante de sátira, filosofía, teología y aventura. Narra el intento de duelo a muerte entre un ateo francés y un católico escocés que se ven obligados constantemente a huir de las autoridades, que se lo impiden. El tema del duelo es religioso: existe Dios o no.
El Profesor Lucifer declara su creencia de que el mundo está mal y debe ser destruido, mientras que Syme sostiene que el mundo es hermoso y que debe ser defendido. Ambos personajes se enzarzan en un duelo intelectual y espiritual, decididos a llevar sus argumentos al extremo y defender sus creencias a toda costa.
Syme y Lucifer acuerdan luchar a muerte en un duelo singular, pero su intento de llevarlo a cabo se ve frustrado en repetidas ocasiones por una serie de circunstancias cómicas y surrealistas. En su travesía, ambos personajes se enfrentan a una serie de encuentros y situaciones extravagantes.
Chesterton plantea preguntas sobre la naturaleza humana, el bien y el mal, y la existencia misma. La novela explora temas como la fe, la duda, la redención y el significado de la vida, mientras mantiene un tono humorístico y lleno de ironía.
La obra está trufada de controversias ("sólo la ciencia física y la Iglesia pueden progresar"), paradojas ("el católico es un agnóstico") y simbolismos, empezando por el mismo título.
"¿Cómo podría significarse tu filosofía y mi filosofía mejor que con la forma de esa cruz y la forma de esa bola?", se pregunta Lucifer, que considera que "este globo es razonable; la cruz es irrazonable." Y el monje Miguel le contesta de forma magistral:
El hombre es una contradicción manifiesta; es un animal cuya superioridad sobre los otros animales consiste en haber caído. Esa cruz es, como usted dice, una colisión eterna; también yo.
Y aquí otras joyas de esta novela que bien pueden servir para clase de Filosofía:
¿De qué sirven las palabras si no tienen importancia bastante para disputar sobre ellas? ¿Por qué escogemos una palabra con preferencia a otras si no se difieren entre sí? Si a una mujer le llama usted chimpancé en lugar de ángel, ¿no habría disputa por una palabra? Si usted no quiere discutir sobre palabras, ¿sobre qué va usted a discutir?
El cristianismo está siempre fuera de moda porque siempre es cuerdo, y todas las modas son insanias agradables. Cuando Italia enloquecía por el arte, la Iglesia parecía demasiado puritana; cuando Inglaterra enloquecía por el puritanismo, la Iglesia parecía demasiado artística.
La única cuestión verdadera es ésta: si la Iglesia es más loca que el mundo. (...) ¿Está el mundo firme en su quicio? ¿Está firme o se tambalea?
G. K. Chesterton, La esfera y la cruz, 1910
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