Poet's Abbey (Blog de lecturas)


El francotirador paciente

  
Un escritor es alguien con espíritu creativo capaz de ver una historia dónde uno sólo ve cosas. Pérez-Reverte visitó el balcón de Julieta, en Verona, y allí se encontró con algo. Luego, en el tren camino a Roma, viendo los grafitis de los edificios cercanos a las vías, nació esta historia.

El francotirador paciente presenta, por un lado, la venganza en el corazón de las tinieblas del submundo urbano; y por el otro, una investigación en torno al arte actual, que no se da en los museos o en las exposiciones, sino en las calles sin ley.

No es la primera vez que el escritor se asoma al mundo del arte, como en La tabla de Flandes (la primera novela de Pérez-Reverte que leí) y El pintor de batallas (que es, sin duda, mi favorita).

Esta novela de crimen y códigos de honor envuelve al lector en un juego de pistas y revelaciones que mantienen la tensión hasta la última página.


El arte sólo existe ya para despertarnos los sentidos y la inteligencia y para lanzarnos un desafío. Si yo soy un artista y estoy en la calle, cualquier cosa que haga o incite a hacer será arte. El arte no es un producto, sino una actividad. 

...las exposiciones en museos están agotadas. Ya es como ir a la Toyota a comprarte un coche. No hay diferencia.

El arte moderno no es cultura, sólo moda social (...). Es una enorme mentira, una ficción para privilegiados millonarios y para estúpidos, y muchas veces para privilegiados millonarios estúpidos... Es un comercio y una falsedad absoluta.


Arturo Pérez-Reverte, El francotirador paciente, 2013

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