La contemplación del mundo conlleva un conocimiento activo. Para Epicteto, el filósofo de la escuela estoica, nacido esclavo, que llegó a ser maestro del emperador estoico Marco Aurelio, lo importante "no es lo que te ocurre, sino cómo interpretas lo que te ocurre".Su defensa del libre albedrío y del ejercicio contemplativo que lleva al conocimiento y a la serenidad parecen no pasar de moda. Por eso es un clásico.
...en eso consiste la educación, en aprender a querer cada una de las cosas tal y como son.
La mayor y primera tarea del filósofo es poner a prueba las representaciones y juzgarlas y no aceptar ninguna sin haberla puesto a prueba.
Pues si la esencia del bien está en lo que depende de nosotros (...) para eso hay un camino: el desprecio de lo que no depende de nosotros.
Epicteto, fragmentos, siglo I
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