Lo más fascinante de la portentosa imaginación del creador del capitán Nemo y el submarino Nautilus que recorre océanos y mares hasta perderse en el remolino Maelström (el inmenso fenómeno marino que atrapó no sólo a Verne, sino también a Poe y a Melville), es que el escritor francés jamás salió de su Francia natal. ¡Es increíble que contara esas aventuras con tantos paisajes y personajes únicos desde su biblioteca!
Como bien dice Nemo, su alter ego:
No necesitamos continentes nuevos, sino personas nuevas.
Julio Verne, Veinte mil leguas de viaje submarino, 1869
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