Toda educación es política, pero no toda educación es democrática. Para Gutmann, la mejor forma de educar en democracia es practicándola. Más allá de enseñar a los niños los sistemas políticos del estado, como verdades absolutas, se trata de practicar la democracia en la realidad de la misma escuela, formar el pensamiento crítico y convivir como ciudadanos activos y reflexivos.
La primacía moral de la educación política también apoya una presunción en favor de métodos de enseñanza más participativos en vez de más disciplinarios. Los métodos participativos son a menudo la mejor forma de lograr los objetivos disciplinarios de la escuela primaria. (p. 351)
Amy Gutmann, La educación democrática. Una teoría política de la educación, 1987
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