Poet's Abbey (Blog de lecturas)


Geórgicas

El cuarto libro de las Geórgicas es una delicia como la miel. El poeta se viste de apicultor, en una loa al campo, para describir las labores agrícolas y transformar el paisaje de la vida rural. 

El apicultor Aristeo llora la enfermedad de sus abejas a los dioses de la naturaleza. Sus insectos causaron la muerte de la bella Eurídice, mujer del músico Orfeo, que bajó al Hades a rescatarla (y la perdió para siempre al girarse para mirarla en el camino de regreso a la tierra). Aristeo debe hacer un sacrificio a los dioses para que tengan una pizca de misericordia con él. Ése era el esquema religioso de esos tiempos, que parece que aún no ha caducado para tantos moralistas.

En ese mundo antiguo, se obserban enjambres de gente que vuelan sin rumbo, sin sentido, y juguetean despreciando la belleza de los panales, y abandonando las responsabilidades de sus hogares. Hoy en día pasa exactamente igual, porque el alma humana es eterna.


Pero cuando los enjambres vuelan sin rumbo y juguetean por el cielo despreciando los panales y abandonando al frío las colmenas, has de impedir que sus volubles deseos les impulsen a diversiones inútiles. (102-105)

Virgilio, Geórgicas, 29 a.C.

Comentarios