El escritor polaco Reymont, ganador del Nobel en 1924, narra la tragedia de la mediocridad de un hombre que no sabe vivir porque intenta escapar de su realidad. Se instala en el mundo de los sueños, pero son sueños vanos, inútiles, pueriles. Porque el día que huya de su realidad, se encontrará irremediablemente con la verdad y quizá no podrá soportarlo.
Los trenes pasaban trepidantes; temblaban las paredes y retumbaban las ventanas; la oscuridad iba penetrando en el cuarto, una oscuridad parda, lúgubre, gélida, y Josio seguía fantaseando erráticamente por lejanos países, por mares inabarcables, por ciudades magníficas y prodigios inefables.
Wladyslaw Reymont, El soñador, 1910
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