Poet's Abbey (Blog de lecturas)


Eugénie Grandet

La joven Eugénie puede tener todo el oro del mundo, pero es una desgraciada en su terrible soledad. Lo da todo por el amor incondicional a su primo Charles. Y hace un dios de él, con todas sus consecuencias; mientras su padre, un viejo avaro y egoísta, la condena severamente, a pesar de las súplicas de la moribunda madre.

El enorme escritor francés invita al lector a la reflexión. Balzac narra una historia que se repite constantemente, en aquellas personas que, obsesionadas por la necesidad de alguien, hacen un dios del otro y se enclaustran en la más triste de las soledades.



Aquel amor, maldito por su padre, había sido en cierta manera culpable de la muerte de su madre y no le causaba más que dolores mezclados con débiles esperanzas. Así pues, Eugénie se había lanzado a la busca de la felicidad, y hasta entonces sólo había perdido fuerzas sin obtener ninguna compensación. En la vida moral, lo mismo que en la vida física, existe una aspiración y una respiración: el alma necesita absorber los sentimientos de otra alma, asimilárselos para devolverlos enriquecidos. Sin este fenómeno humano el corazón no puede vivir, pues le falta el aire, y sufre y expira.

Honoré de Balzac, Eugénie Grandet, 1836

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