Poet's Abbey (Blog de lecturas)


La familia de Pascual Duarte

 



Hubo un tiempo en que, recién casados, vivimos en un pueblo de mala muerte con un vecino moroso y problemático que era la viva imagen de Pascual Duarte. Le llamábamos Lolailo, por la música que ponía a todas horas a todo volumen, pero podíamos haberlo llamado como el protagonista de esta novela. Era un hombre rudo, violento y malcarado, que se creía "muy hombre", un macho pata negra. Fichado por la policía, no podía evitar meterse en camisa de once varas y partirse la cara con todo el mundo. Un día, por ejemplo, le dio por tender las sábanas con la mala fe de tapar la ventana de los vecinos de abajo para que supieran quién manda en el edificio. Pues bien, leer esta obra de Camilo José Cela me ha recordado a este individuo, y me he imaginado el protagonista con su mismo rostro de pitbull y su voz ronca de fumador y bebedor empedernido.

Esta magnífica novela, una de las más emblemáticas del movimiento literario del tremendismo, se caracteriza, según los críticos, por la crudeza de sus descripciones sanguinarias y la exploración de los aspectos más oscuros de la condición humana.

Narrada en primera persona, cuenta la vida de Pascual Duarte, un campesino extremeño miserable y violento que se encuentra en la cárcel a la espera de su ejecución. A través de sus memorias, relata los episodios más relevantes de su vida en la España rural y pobre de inicios del siglo XX, marcados por la violencia, la pobreza y el destino trágico.

Desde una infancia difícil, con una familia desestructurada y una madre cruel y distante, hasta la serie de crímenes que culminan en un asesinato brutal, Pascual se ve atrapado en un ciclo de violencia que no puede controlar. El fragmento en que mata al asno a cuchilladas como venganza por el aborto involuntario de su mujer me resulta espeluznante.

La novela invita a la reflexión sobre el destino, la libertad, el mal inherente al ser humano y la incapacidad de escapar de una vida marcada por la fatalidad, si no es por el milagroso encuentro de un salvador (como el obispo con Jean Valjean en Los Miserables de Victor Hugo).

La gran pregunta de esta novela, a mi parecer, es: ¿qué significa "ser muy hombre"? En el inicio, tras la muerte trágica de su hermanito pequeño, se inicia en el sexo salvaje porque quiere probarse como "muy hombre". Y al final, tras un pasado de violencia sanguinaria, irracional y cruel, su mujer le dice que es "muy hombre". Sin embargo, ¿ser "muy hombre" significa ser como él? Creo que no. Eso es ser un machista, asesino y maltratador, "huraño y montaraz, aprensivo y hosco", que no ha aprendido a amar y no sabe ni puede amar. Pascual es un hombre atormentado, víctima de sus circunstancias, pero también responsable de sus actos. Y muere de forma patética, sin haber aprendido nada de la vida, sin saber que ser "muy hombre" es, en realidad, todo lo contrario de lo que ha sido él.



Hay ocasiones en las que más vale borrarse como un muerto, desaparecer de repente como un tragado por la tierra, deshilarse en el aire como el copo de humo. Ocasiones que no se consiguen, pero que de conseguirse nos transformarían en ángeles, evitarían que siguiéramos enfangados en el crimen y el pecado...



Camilo José Cela, La familia de Pascual Duarte, 1942

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