El autor de Elantris visitó la isla de Taiwan y conoció los sellos de piedra tallados (yínjiàn) que sirven como firma. Cuando a un noble chino le gustaba una obra de arte, podía marcarla con su sello. De este hecho histórico, surgió la idea de esta novela: Sanderson se imaginó un sello del alma capaz de reescribir la naturaleza de un objeto.
Shai (Wan ShaiLu) es una gran maga falsificadora de MaiPon, una maestra en el arte de alterar la realidad de los objetos, que es condenada a muerte por robar una valiosa reliquia imperial.
El consejo le ofrece la libertad a cambio de la mayor falsificación: la del alma del emperador Ashravan, que está en coma tras un intento de magnicidio.
Ella adivina las intenciones ocultas de sus captores y sabe que no sobrevivirá aunque cumpla su cometido. Así pues, decide escapar del palacio sin renunciar a la posibilidad de falsificar el alma del mismo emperador.
El anciano y sabio Gaotona, un árbitro de la Facción de la Herencia, es el encargado de supervisar el proyecto de Shai. Pero una anciana erudita llamada Frava, árbitro y líder de esta facción del Imperio Rosa, no se fía de su compañero ni mucho menos de la joven maga falsificadora.
También destacan otros personajes como: Zu, un ariete mulla'dil y capitán de la guardia del Palacio Rosa; el macabro sellador de sangre Dedos de Hierba; el pintor Han ShuXen que contrató a Shai; y el bufón imperial, que la traicionó (y por eso, ella está encarcelada).
Esta novela corta forma parte del mundo de Elantris de Brandon Sanderson. Desde mi punto de vista como lector de fantasía, esta obra me ha gustado más. Pero comprendo que cada uno tiene su visión y también su momento como lector.
¿Por qué escribir, se preguntaban, si no era para la posteridad? ¿Por qué poner tus pensamientos sobre el papel si no era para que otros los leyeran?
He leído sobre ti: he visto en tu corazón. He reconstruido tu alma lo mejor que he podido. Pero no es lo mismo. No es conocer a alguien, ¿verdad? Simplemente, es conocer cosas de alguien.
Ser escritor, entonces, es tanto una cuestión de observación como de imaginación. Trato de permitir que las experiencias nuevas me inspiren. He tenido la suerte suficiente en este campo para poder viajar con frecuencia. Cuando visito un país nuevo, intento dejar que la cultura, la gente y las experiencias que allí vivo se conviertan en una historia.
Brandon Sanderson, El alma del emperador, 2012
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