Jesús Carrasco, el autor extremeño de Intemperie, presenta su tercera novela sobre la relación entre padres e hijos, en concreto, sobre la responsabilidad que tenemos nosotros hacia los padres que nos han dado la vida y las consecuencias de asumir o no esta responsabilidad.
Juan es un inmigrante español que trabaja en Edimburgo como jardinero (aunque tiene carrera y se pasó años fregando platos) y regresa a su pueblo toledano para enterrar a su padre. Una vez allí descubre que su hermana Isabel, que ha cuidado a la familia durante años, se tiene que ir a vivir con su marido e hijos a EEUU. Y, por tanto, Juan tendrá que renunciar a su vida en Escocia y quedarse a cuidar a su anciana madre, que sufre la terrible enfermedad del Alzheimer.
Esta novela familiar, que algo me recuerda a Stoner de John Williams, aunque con más esperanza, interroga sobre dilema de los hijos de hacerse cargo de los padres y renunciar a muchas cosas, o de no hacerlo y seguir su vida como si los padres fueran un estorbo.
¿Por qué hay hermanos que se implican más que otros? ¿Hasta qué punto tenemos los hijos el deber de ayudar y acompañar? ¿Por qué hay ancianos que dicen que no quieren ser un estorbo (en una residencia o, en los casos más graves, con un pinchazo fatal)?
-¿Sabes lo que hacía yo mientras tú paseabas (en Edimburgo)?
-No -responde Juan con sequedad.
-Atendía a papá y a mamá.
Y aquí os dejo estos fragmentos que critican la mediocridad de algunas escuelas de primaria, que no saben ayudar a los maestros a trabajar por proyectos de manera significativa y efectiva:
...el profesor de Science ha decidido que los niños trabajen por proyectos, cosa muy moderna, muy pedagógica y con la que Isabel está muy de acuerdo, pero como ese profesor es una isla en un sistema educativo industrial, no hay costumbre y los niños no saben dónde encontrar la información ni cómo discriminarla así que, dale, también hay que sacar tiempo para un trabajo sobre los volcanes y hay que hacerlo de tal modo que parezca que lo ha hecho el niño solo (...)
...que los dos piensen que ha sido el muchacho quien ha tenido la idea de utilizar el cartón de la caja de leche, los depresores de madera, el algodón que hay en el botiquín y el periódico atrasado que espera en su cubo a ser reciclado.
Jesús Carrasco, Llévame a casa, 2021
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