Cuando me preguntan por un ejemplo de Literacidad Crítica (de enseñar a leer el mundo para transformarlo a partir del encuentro y no de la ideología) siempre señalo a la joven estudiante alemana Sophie Scholl. Porque ella tuvo la valentía de leer el mundo con criterio y lucidez para transformarlo con su propia vida y luchar contra la peor de las ideologías políticas, el nazismo.
En esta breve obra introductoria a la figura de Sophie Scholl, el profesor de Filosofía nos muestra el testimonio de la estudiante que desafió al regimen totalitario de Hitler con la escritura de panfletos.
Quienes sufren una tragedia o se enfrentan a una situación límite pueden dejarse aplastar o, por el contrario, pueden aprovechar la adversidad para dar lo mejor de sí mismos, como dice el autor. Esa oportunidad la tuvieron Sophie y sus amigos del grupo clandestino La Rosa Blanca de la Universidad de Munich, comprometidos en el boicot al regimen nazi.
Las cartas de Sophie son de una fuerza brutal. No dejan indiferente. Y uno se conmueve por el testimonio real de chicas de 21 años como ella, que plantaron cara a la injusticia ideológica dando su vida.
Carta a su novio: Voy a ser ejecutada. Será horrible para ti. Estoy triste pero no me siento desgraciada. Durante el juicio he plantado cara al juez y he dejado avergonzados a todos los oficiales nazis del tribunal. Esos idiotas dicen que pronto ganarán la guerra. [...] Hoy seré ejecutada. Tengo miedo y lloro, pero me considero afortunada.
Carta a su madre: Te agradezco que me hayas dado la vida. Si reflexiono, veo que toda ella ha sido un camino hacia Dios. Yo os precederé con un pequeño salto, y os prepararé un recibimiento magnífico.
Carta a su hermana: No imaginaba que morir fuera tan fácil. Me muero sin odio. No olvides nunca que la vida no es más que un crecimiento en el amor y una preparación para la eternidad.
José R. Ayllón, Sophie Scholl contra Hitler, 2016
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