Este ensayo filosófico de Heleno Saña defiende la acción de las personas humildes y calladas que practican el Bien calladamente.
El filósofo catalán, residente en Alemania desde hace décadas, destruye los argumentos de la ideología dominante del pensamiento único y de lo políticamente correcto, y apunta a la idea platónica de Bien como máximo Ideal de la naturaleza humana.
Hablar del hombre sin plantearse el problema cardinal del sentido o sinsentido de su vida es una (...) contradicción en los términos. (p. 23)
Todas las manifestaciones de la vida humana se gestan en la interioridad de la persona, sin la cual ésta pasaría a ser un reflejo mecánico del mundo externo. (p. 82)
La indigencia teórica de nuestro tiempo explica que la misma civilización que se define a sí misma como altamente pragmática y dotada de un gran sentido de lo útil, no sea capaz de resolver los problemas más elementales de la humanidad, empezando por el problema del hambre y de la penuria material en sentido lato. (p. 125)
Toda teoría de la verdad que no se base en la categoría del Bien constituye, de raíz, su propia negación. Negar el Bien como valor supremo de la existencia humana significa implícitamente negar la verdad. El sentido de la vida y el sentido del Bien son una y la misma cosa. (p. 211)
Heleno Saña, El camino del bien. Respuesta a un mundo deshumanizado, 2013
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