Poet's Abbey (Blog de lecturas)


La rebelión de las masas

El filósofo español José Ortega y Gasset, autor de La deshumanización del arte, en su ensayo La rebelión de las masas define la condición del ser humano como un "hombre-masa" en los tiempos de las ideologías totalizadoras. 

El "hombre-masa" no sólo aspira a ser igual que todo el mundo, sino que además exige que todo el mundo sea exactamente como él. 

El "hombre-masa" es sólo una apariencia de hombre, un puro caparazón, que se alía con lo que en cada momento le parece más conveniente. 

Hay un sometimiento voluntario de las masas a las minorías selectas. El "hombre-masa" se acomoda las cosas a su mediocre voluntad, con un proyecto uniformador y contrario a la libertad individual. 

La masa es como una cárcel llena de gente, sin libertad, que repite ideas que otros piensan: “Es falso decir que en la vida deciden las circunstancias… el que decide es nuestro carácter.” La masa no es una multitud, es una condición psíquica.

La rebelión de las masas es la voluntad de imponer a toda la sociedad un dogmatismo igualitario en todas las parcelas de la vida. 

Educar es romper el "hermetismo" característico de la mentalidad del "hombre masa".



Masa es todo aquel que no se valora a sí mismo -en bien o en mal- por razones especiales, sino que se siente "como todo el mundo" y, sin embargo, no se angustia, se siente a salvo al sentirse idéntico a los demás.


Sorprenderse, extrañarse, es comenzar a entender. [...] Todo en el mundo es extraño y es maravilloso para unas pupilas bien abiertas.


Quien no sea como todo el mundo, quien no piense como todo el mundo, corre el riesgo de ser eliminado.

Lo característico del momento es que el alma vulgar, sabiéndose vulgar, tiene el denuedo de afirmar el derecho de la vulgaridad y lo impone donde quiera.

José Ortega y Gasset, La rebelión de las masas, 1929

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