
El narrador austriaco pasea por la magia de la Provenza de la mano del artista, para reflexionar sobre el paisaje, el tiempo y la labor creadora.
Luego, inspirar y salir del bosque. Volver al hombre de hoy; volver a la ciudad; volver a las plazas y puentes; volver a los andanes y pasadizos; volver a los campos de deportes y a las noticias; volver a las campanas y a los negocios; volver al brillo del oro y a los pliegues de una tela. ¿Los dos ojos en casa?
Peter Handke, La doctrina del Sainte-Victoire, 1980
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