Poet's Abbey (Blog de lecturas)


Serotonina




Esta novela del controvertido autor francés Houellebecq se ríe tanto de los marcos mentales de lo políticamente correcto que es desternillante, tanto que algún "moralista posmoderno" (todos los posmodernos son moralistas) se rasgará las vestiduras, cual talibán, y querrá quemar el libro en la hoguera.

Florent-Claude, en el vacío existencial del burgués rico, es un escéptico que busca una sustancia química que reduzca su ansiedad enfermiza. Reconoce, en un grito, que desea ser amado, encontrar a la mujer que le ame de verdad, sin condiciones.

El problema es que la pastilla que le recetan, el Captorix, aumenta la serotonina y reduce la ansiedad, con los efectos secundarios de la impotencia y la desaparición de la líbido... 

La condena de Florent-Claude es ser libre para elegir, en su soledad narcisista, un sexo desenfrenado que conduce a una ansiedad patolótica, o una vida aburguesada, sin sobresaltos, pero sin sexo ni pasión. Esta condena presenta un retrato de la sociedad actual, hiperhedonista, consumista y líquida, que anhela un amor verdadero sin encontrarlo.


...y es así cómo muere una civilización, sin trastornos, sin peligros y sin dramas y con muy escasa carnicería, una civilización muere simplemente por hastío, por asco de sí misma, qué podía proponerme la socialdemocracia, es evidente que nada, sólo una perpetuación de la carencia, una invitación al olvido. (p. 130)

Michel Houellebecq, Serotonina, 2019

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