El hombre es un "absoluto relativo". El hecho que dos personas se reconozcan como respetables y dignas sólo puede acontecer si hay una instancia superior que las reconozca a ambas como tales. La dignidad de cada ser humano nace de la afirmación que Dios hace de cada uno.El prefacio de este ensayo se abre con una cita de Wittgenstein: "Es claro que la ética no se puede explicar". Las cuestiones fundamentales de la ética interrogan al ser humano en su capacidad de libertad: qué nos humaniza y qué nos deshumaniza.
¿Sólo la buena voluntad ha de ser tenida en cuenta cuando se trata de juzgar los comportamientos? ¡La acción buena es la que hace justicia a la realidad!
Ya Platón sabía que con "palabras académicas" no se puede decir qué significa la palabra "bueno". Y Aristóteles decía que la gente que dice que se puede matar a la propia madre no merece argumentos, sino azotes.
"Para que resulte obvia la idea de tolerancia se debe tener ya en cuenta una idea determinada de la dignidad del hombre" (p.32), afirma Spaemann.
Educar es enseñar a tener intereses, a interesarse por algo, y querer dar al otro lo que es bueno para él. Hacer experiencia de la realidad significa llegar a ser nosotros mismos. "El bien tiene que ver con la experiencia de la realidad, con el hacer justicia a la realidad" (p. 47).
La pasión nos pone tan sólo en una primera relación con el valor, pero no por eso crea ya la adecuada respuesta a ese valor. (p. 60)
No hay ser humano sin los demás. El lenguaje, los pensamientos y sentimientos sólo se desarrollan en la comunicación. (p. 64)
Justicia significa reconocer que todo hombre merece respeto por sí mismo. (p. 77)
Sin saber qué es el hombre ni qué le hace bien, actuaremos en falso (p. 78)
La conciencia es la mirada que el hombre dirige al bien, pero el ojo no puede verse a sí mismo. Debemos seguir aquello que nos parece ver. (p. 108)
Los jóvenes sólo pueden actuar con sentido si se sitúan en una relación positiva con la realidad inacabada con que se encuentran. (p. 135)
Robert Spaemann, Ética: cuestiones fundamentales, 1987
¿Sólo la buena voluntad ha de ser tenida en cuenta cuando se trata de juzgar los comportamientos? ¡La acción buena es la que hace justicia a la realidad!
Ya Platón sabía que con "palabras académicas" no se puede decir qué significa la palabra "bueno". Y Aristóteles decía que la gente que dice que se puede matar a la propia madre no merece argumentos, sino azotes.
"Para que resulte obvia la idea de tolerancia se debe tener ya en cuenta una idea determinada de la dignidad del hombre" (p.32), afirma Spaemann.
Educar es enseñar a tener intereses, a interesarse por algo, y querer dar al otro lo que es bueno para él. Hacer experiencia de la realidad significa llegar a ser nosotros mismos. "El bien tiene que ver con la experiencia de la realidad, con el hacer justicia a la realidad" (p. 47).
La pasión nos pone tan sólo en una primera relación con el valor, pero no por eso crea ya la adecuada respuesta a ese valor. (p. 60)
No hay ser humano sin los demás. El lenguaje, los pensamientos y sentimientos sólo se desarrollan en la comunicación. (p. 64)
Justicia significa reconocer que todo hombre merece respeto por sí mismo. (p. 77)
Sin saber qué es el hombre ni qué le hace bien, actuaremos en falso (p. 78)
La conciencia es la mirada que el hombre dirige al bien, pero el ojo no puede verse a sí mismo. Debemos seguir aquello que nos parece ver. (p. 108)
Los jóvenes sólo pueden actuar con sentido si se sitúan en una relación positiva con la realidad inacabada con que se encuentran. (p. 135)
Robert Spaemann, Ética: cuestiones fundamentales, 1987
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