Poet's Abbey (Blog de lecturas)


El crepúsculo del deber

Hay una ética indolora en los nuevos tiempos democráticos, como reza el subtítulo de El crepúsculo del deber de Lipovetsky. Vivimos en una cultura individualista y estúpida, del narcisismo apático, de la pérdida de la conciencia histórica, del ecologismo falso, del espectáculo de una pantalla, del eterno presente, de la cultura como mercancía, y de la búsqueda de una felicidad de celofán o de látex.

El filósofo francés, crítico con esta sociedad, escribió este ensayo y muchos otros, que (ya sólo en el título) retratan este mundo "hipermoderno" de la "sociedad de la decepción", "de la ligereza", "del lujo eterno", "de la felicidad paradójica", "de la pantalla global", "del imperio de lo efímero", "de la era del vacío"... o lo que es lo mismo, "del crepúsculo del deber".


Ya no se exaltan las virtudes de paciencia y perseverancia, apenas se enseña el valor regular, el imperativo moral de ser útil a la colectividad, la obligación social de cumplir "su pequeña tarea microscópica" (...). El advenimiento de la sociedad de consumo de masas y sus normas de felicidad individualista han representado un papel esencial (...). Al imperativo de progreso y de solidaridad por el trabajo ha sucedido el culto individualista del presente, la legitimidad de la búsqueda de la felicidad y de la libertad, de una fun morality. (p. 174).


Gilles Lipovetsky, El crepúsculo del deber, 1992

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