Poet's Abbey (Blog de lecturas)


La última entrevista


Para la pensadora alemana de origen judío, Hannah Arendt, "ningún proceso de pensamiento es posible sin experiencia personal" (p. 45); y la acción se escribe en plural, es "un nosotros". Para ella, la acción es reflexiva y crítica cuando no hay miedo a la libertad y a la responsabilidad.


Cuando actuamos conjuntamente, conservamos lo específico de la acción; sobre todo cuando discutimos las cosas, tomamos determinadas decisiones, asumimos la responsabilidad y pensamos en lo que estamos haciendo. Pues bien, todo eso desaparece cuando lo que hacemos es servir, ejecutar funciones encomendadas. (p. 55)

Nadie puede pensar a menos que se detenga. Si forzamos a alguien a una actividad sin tregua, o si esa persona permite que le impongan dicha actividad, siempre ocurrirá lo mismo. Veremos que el sentido de la responsabilidad no puede desarrollarse, pues sólo es posible cuando la persona reflexiona, no sobre sí misma, sino sobre lo que está haciendo. (p. 73)

Lo que me genera muchas dudas es que en ningún lugar veo que esta generación reconozca las realidades como tales ni que se tome la molestia de reflexionar sobre ellas. (p. 94)

La acción es un nosotros y no un yo. Sólo si yo fuera la única podría prever qué va a pasar a consecuencia de mis actos. (...) Nadie sabe qué va a pasar, simplemente porque eso depende de una enorme cantidad de variables (p. 138)

Pensar siempre significa hacerlo de manera crítica; y pensar de manera crítica siempre significa ser hostil. De hecho, todo pensamiento socava cualquier regla inflexible, cualquier convicción general, etcétera. Todo lo que ocurre durante el pensamiento implica un examen crítico de aquello que existe. Es decir, no existen los pensamientos peligrosos, por la sencilla razón de que el pensamiento es en sí mismo una empresa muy peligrosa. (p. 143)

Nunca en mi vida he "amado" a ningún pueblo o colectivo... tampoco a la clase trabajadora ni nada por el estilo. En realidad, amo solo a mis amigos, y el único amor que conozco y en el que creo es el amor a las personas... (El amor a mi pueblo) me resultaría bastante sospechoso.

Hannah Arendt, La última entrevista y otras conversaciones, 1964-1973
(ed. 2016, Barcelona: Página Indómita).

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