Poet's Abbey (Blog de lecturas)


El balcón de Sócrates



En el mundo infantilizado del espectáculo de la "postverdad" donde rige un patológico conformismo, una pereza mental y una somnolencia social, el maestro Barrio asegura que es preciso, más que nunca, educar en distinguir verdad de opinión.

La opinión, como pretensión de verdad, es subjetiva -de cada sujeto- y puede ser más o menos verdadera, pero no por ser mi opinión o la tuya. Hace falta que "exista un criterio racional para contrastar la verdad de las opiniones".

En la escuela que ha matado el deseo de saber y la racionalidad, los estudiantes deben aprender a pensar por ellos mismos. Una de las primeras urgencias, precisamente, es distinguir hechos de opiniones. Pero eso es imposible sin el esfuerzo y la perseverancia necesarias para estudiar e investigar, superar las opiniones sin fundamento y llegar a una argumentación racional dialógica.



Más que el saber, el maestro transmite el deseo de saber, mostrando su propia actitud de búsqueda. El no saber de quien sabe es precisamente la situación en que se halla el que pregunta. Quien pregunta bien, atinadamente, algo sabe: al menos, que hay respuesta a su pregunta. (...) En todo caso, sabe mucho más que el que no sabe que no sabe. Quien cree que nada le queda ya por saber no ha dado ni siquiera el primer paso.
(p. 54)

José María BarrioEl balcón de Sócrates. Una propuesta frente al nihilismo, 2009

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