El mayor problema de la comunicación es que no escuchamos para comprender, sino para replicar al otro.
También en política, es esencial dialogar y escuchar al contrario. Pero parece que muchos ciudadanos deciden desentenderse y no hacer el esfuerzo de comprender nada.
Ya nos advirtió Platón que "el precio de desentenderse de la política es ser gobernado por los peores hombres". En la Grecia clásica se consideraba que la política concernía a todos los ciudadanos. De hecho, los politikós eran aquellos interesados en asuntos públicos; y los idiotikos los que sólo tenían en cuenta los intereses particulares. Creo que no hace falta traducción.
Los que hablan conmigo, al pronto parece que no saben nada; pero en la conversación dan a luz cosas sorprendentes, gracias a un arte mayéutico en que yo y algún dios tenemos parte. Los que no pueden sostener el diálogo conmigo, se van antes de tiempo, y en cualquier otra conversación abortan prematuramente.
Platón, Teeteto, 149 a - 151 b.
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