El acontecimiento del amor es lo único que está a la altura del deseo de infinito del corazón humano. Sin amor no somos nada, para nada vivimos. Los versos del poeta chileno Pablo Neruda inspiran esa certeza en la verdad que mueve el mundo.
El encuentro con mi bellísima Alicia revela el verdadero sentido de toda mi existencia, y a la vez, exige siempre otro encuentro más profundo y verdadero del que ella es signo. Por eso ahora me atrevo a decir que tu belleza y tu pobreza llenaron el otoño de regalos.
Antes de amarte, amor, nada era mío.
Vagué por las calles y por las casas,
nada contaba ni tenía nombre:
el mundo era del aire que esperaba.
Yo conocí salones cenicientos,
túneles habitados por la luna,
hangares crueles que se despedían,
preguntas que insistían en la arena.
Todo estaba vacío, muerto y mudo,
caído, abandonado, decadente;
todo era ineliablemente extraño,
todo era de los otros y de ninguno,
hasta que tu belleza y tu pobreza
llenaron el otoño de regalos.
Pablo Neruda, 1904- 1973
Pintura: Marc Chagall, Le Cantique des Cantiques, (1887-1985),
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