Hay cafés que guardan secretos en sus paredes enladrilladas con lienzos abstractos de pintores locales; cafés que invitan a debates políticos, filosóficos y literarios de estudiantes y artistas en sofás destartalados; cafés con olores afrutados de chicas de ojos azules que leen a Bernhard, Keruak o Modiano con una taza humeante de infusiones oscuras, como aquel café de Marion Street de la memoria de mi juventud perdida.
El escritor Modiano cuenta que, en la capital francesa, en el café Condé, solían reunirse poetas humildes, artistas desaliñados y estudiantes fascinados por toda esa bohemia parisina. Cuatro de esos parroquianos recuerdan a una chica atractiva, que llamaban Louki, hija de una humilde trabajadora del famoso Moulin-Rouge, que frecuentaba aquel lugar irrepetible e inolvidable del París de los años sesenta.
Quería evadirse, huir cada vez más lejos, romper bruscamente con la vida vulgar para respirar el aire libre. Y, además, también estaba aquel pánico que entra de vez en cuando al pensar que las comparsas que hemos dejado atrás pueden volver a encontrarnos y pedirnos cuentas. (p. 58)
Patrick Modiano, Dans le café de la jeunesse perdue, 2007
Comentarios
Pues en Barcelona tenemos 'Els quatre Gats' como lugar similar a lo que comentabas. Y en estos días estoy viendo un DVD de la biblioteca titulado ' Lugares con genio ' en los que el escritor Fernando Savater recorre 12 ciudades cuna de escritores famosos. En cada una de esas ciudades suele haber un café donde se reunían amigos de la cultura y el arte. Aparecen en este documental, Javier Marías, Mario Vargas Llosa y otros, comentando esa relación entre el escritor y su ciudad. También comenta dónde está enterrado cada escritor. Creo que son datos que aportan valor a la hora de hacer turismo.