Ortodoxia es una obra clásica escrita por G.K. Chesterton. Representa la respuesta del autor a las crecientes corrientes de pensamiento secular y racionalista de la época. A través de su estilo elocuente y su perspicaz ingenio, defiende la fe cristiana y aborda cuestiones fundamentales sobre la verdad, la moral y la existencia humana.
Chesterton se sumerge en una exploración lúdica de su propia conversión, así como en un análisis de las razones detrás de sus creencias. A través de una serie de capítulos que abordan temas como la imaginación, la paradoja, la herejía y la moralidad, defiende la visión cristiana del mundo como una perspectiva coherente y vital.
Uno de los aspectos más destacados de la obra es la capacidad de Chesterton para presentar argumentos complejos de manera accesible y entretenida. Su estilo literario característico, lleno de metáforas y juegos de palabras, es cautivador.
Además, desafía las concepciones convencionales de la racionalidad y la lógica, argumentando que la fe y la imaginación son fundamentales para una comprensión plena de la realidad. También critica las filosofías que reducen el mundo a hechos y números, abogando por una apreciación de la complejidad de la existencia.
Cada vez que me adentro en el mundo chestertoniano encuentro, en su realismo gozoso, en su romanticismo auténtico, la fortuna de vivir. En Ortodoxia, su ensayo más celebrado, me ha fascinado su capacidad de vislumbrar al mundo combinando una idea de asombro con una idea de bienvenida:
Necesitamos ser felices en este mundo de maravillas sin sentirnos en él ni siquiera confortables. (p. 10)
La imaginación no provoca la locura. Para ser exacto, lo que fomenta la locura es la razón. Los poetas no enloquecen; los jugadores de ajedrez sí. Los matemáticos y los cajeros se vuelven locos; pero rara vez enloquecen los artistas que crean. Como podrá verse, en ninguna forma ataco a la lógica: digo solamente que el peligro de la locura reside en la lógica; no en la imaginación. (p. 17)
Loco es el hombre que ha perdido todo, menos la razón. (p. 19)
Pensar significa relacionar cosas y detenerse cuando no pueden ser relacionadas (p. 35).
Un chico de siete años se entusiasma si le dicen que Tomás abrió una puerta y vio un dragón. Pero un chico de tres años se entusiasmará si le dicen que Tomás abrió una puerta. A los chicos les gustan los cuentos románticos, pero a los bebés les gustan los cuentos realistas, porque los encuentran románticos. (p. 53)
G.K. Chesterton, Ortodoxia, 1908
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