Poet's Abbey (Blog de lecturas)


Vuelo nocturno

En la historia del Periodismo admiro profundamente a Miguel Gil, un joven catalán que decidió dejar su vida cómoda de abogado en Barcelona para trabajar como corresponsal de guerra en Kosovo. No buscaba fama ni dinero, sino "dar voz a los sin voz". Cabe destacar que fue el único periodista que se quedó con el pueblo cuando las tropas serbias ocuparon la ciudad. Las duras imágenes que su cámara capturó cambiaron el rumbo de la guerra de los Balcanes. Miguel murió en una emboscada en Sierra Leona, haciendo lo que más le gustaba, su trabajo de corresponsal de guerra dando voz a los que no la tenían.

Leí hace poco en una entrevista que su libro favorito, el que más marcó a este Quijote moderno, fue Vuelo nocturno de Saint-Exupéry.


Es preciso que los hombres desciendan a ese pozo oscuro y, al remontarlo, digan que no ha encontrado nada. Es preciso que ese hombre descienda al más íntimo corazón de la noche, en medio de su espesura, sin siquiera esa lámpara de minero que no alumbra más que las manos el ala, pero que apartarla a lo desconocido a una braza de distancia.


Saint-Exupéry, Vuelo nocturno, 1931.


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