El gran navegante portugués, a servicio de la corona española, inició
una de las mayores gestas de la historia de la Humanidad: la primera
vuelta la mundo.
Fernando de Magallanes partió con cinco naves de Sanlúcar de Barrameda y fue el primer europeo en llegar al Océano Pacífico desde América del Sur. Murió, desgraciadamente, durante una simple batalla contra unos indígenas en una isla. Pero no fracasó. Juan Sebastián Elcano, a bordo de la nave Victoria (la única que consiguió la hazaña, y otros diecisiete marinos acabaron el increíble viaje en 1522.
El escritor austríaco Zweig narra, de un modo magistral, una epopeya increíble que hay que leer para darse cuenta de muchas cosas.
¡Nada hay más excelente que una verdad que parece inverosímil! Siempre se adhiere a las grandes gestas de la Humanidad algo inconcebible, porque, en realidad, se elevan, muy por encima del nivel medio. Es precisamente en lo increíble que ha llevado a cabo como la Humanidad remoza la fe en sí misma.
Stefan Zweig, Magallanes, 1938
Fernando de Magallanes partió con cinco naves de Sanlúcar de Barrameda y fue el primer europeo en llegar al Océano Pacífico desde América del Sur. Murió, desgraciadamente, durante una simple batalla contra unos indígenas en una isla. Pero no fracasó. Juan Sebastián Elcano, a bordo de la nave Victoria (la única que consiguió la hazaña, y otros diecisiete marinos acabaron el increíble viaje en 1522.
El escritor austríaco Zweig narra, de un modo magistral, una epopeya increíble que hay que leer para darse cuenta de muchas cosas.
¡Nada hay más excelente que una verdad que parece inverosímil! Siempre se adhiere a las grandes gestas de la Humanidad algo inconcebible, porque, en realidad, se elevan, muy por encima del nivel medio. Es precisamente en lo increíble que ha llevado a cabo como la Humanidad remoza la fe en sí misma.
Stefan Zweig, Magallanes, 1938
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